Mañana tranquila, sin sobresaltos, volviendo a meternos por trialeras hasta llegar al cruce de Cal Xiprer y donde posteriormente habremos llegado al deposito de agua y la Font de la Teula.
Esta vez, improvisamos para adentrarnos por el camino de las costas ya que allí nos aguarda la sorpresa de reencontrárnos con el Forát Bofadór ( el agujero, soplador ) el agujero que sigue soplando su bocanada de aire caliente. Esto tenéis que verlo, es algo increíble....!!!!
Volvemos sobre nuestros pasos porque ahora si que va ha empezar lo bueno de esta ruta haciéndonos pedalear por lugares de ensueño, preciosos, tranquilos, relajantes, ummm....!!!!
Senderos húmedos, agrestes, variados, dejando de lado el viejo y destartalado restaurante d'els Senglars para ir bajando por caminos hinóspitos, ambientes típicos y propios de paisajes de la selva. Que pasada....!!!!
La balma d'els tortosins, irreconocible, llena de maleza, ha sido imposible visitarla. Mucha agua por aquí, riachuelos para cruzar con precaución pero con diversión.
Seguimos, por que el sendero que trazamos nos lleva a este hermoso lugar. Les presentamos, a el gran salto del agua....!!!! precioso, ¿ verdad.... ? con agua, que como dije al principio de la crónica, hace mucho tiempo que no llueve para que este como lo encontramos hoy. Chulísimo....!!!!
Aquí pasaremos un buen tiempo observando la cascada de agua, los rincones, el paraje en si, que es precioso, volviendo a tener que retomar las riendas de las borriquillas para seguir disfrutando de la ruta e ir al encuentro de muchos mas detalles.
Casonas abandonadas, molinos de antaño, una ruta para disfrutarla sin prisas, para hacer fotografías y admirar el paisaje.
En fin, que seguimos con la retahíla de kilómetros hasta llegar a la passera de Cal Ros y coger pista hasta la población de Pineda de Mar; de allí ya para casa y a comer, hoy en el Wok de Santa Susanna.