COLL DE PALOMERAS, POR CORRIOLS, Y TRIALERAS.

Encarrilamos de buena mañana una ruta típica del Montnegre. Gr, y preparados para lo que se nos avecina. Dejamos de lado la pista principal que nos dirigiría a Vallmanya; hoy, disfrutaremos y mucho, de un Gr guapísimo y que probablemente, rutearé mucho mas a menudo por sus alucinantes pistas que me han maravillado y nos han hecho pasar un rato magnifico.

Cargadito de encanto, y por el que nunca antes habíamos pasado, las rampitas cortas y no duras, van desembocando a veces en pistas que parecían senderos incluso, con algún que otro desnivel técnico que hasta resultaba súper divertido cuando bajas por el.

Nuestro objetivo de hoy, es llegar al Coll de Palomeras, pero variando y mucho, el trazado de la ruta. No sin librarnos de Vallmanya y menos, de la trialera que desafiaremos esta mañana.

Empezamos salvando el gran obstáculo de regueros y grietas para a poco, poder volver a montar en la bici; el camino se convierte en una trialera bastante irregular y con mucha piedra suelta que nos incita a tener que abrir bien los ojos para no caer de bruces en la tierra.

Algún sobresalto tenemos, teniendo que poner pies a tierra en alguna ocasión; menos mal que alcanzamos Cal Xiprer sin problemas. Hortsavinyá, nos espera allá arriba....!!!!

Nos vamos al encuentro de las rampas fuertes que nos deben acercar a L'erola. Esas que con el 18 %,acaban retorciéndote los riñones y te hacen desencajar la mandíbula a la vez que pedaleas fuertemente por su empinada y larga pista cargada de piedras sueltas.

No es mi día, y acabo dandome un castañón de primera con los dichosos automáticos. Esta vez, si que me he hecho daño, me duelen mucho las palmas de las manos, ya que me he clavado las piedras en ellas y casi no puedo ni coger el manillar. A trancas y barrancas, consigo llegar al Turó del Vent.

Las vistas son increíbles, y sus senderos bien entramados, característicos del Montnegre, son alucinantes, una pasada para perderte por ellos.

Solo nos falta alcanzar nuestro objetivo principal, pero antes, los senderitos de bajada nos hacen de nuevo poner pies a tierra.

Acabamos por fin, en la pista ancha; ya sin problemas, pedaleamos hasta uno de los iconos de nuestro parque; la gran roca que delimita el Coll de Palomeras donde nos haremos la foto de rigor. Misión cumplida ....!!!!

A pesar del dolor que llevo en mis manos, consigo acabar mi ruta; pero también acabo con mis automáticos, no los quiero mas, y no quiero consejos sobre ellos, ya he tenido bastante. Me rindo....!!!!

En fin, fin de semana con una ruta muy apasionante, donde en tan solo 15 kilómetros, hemos alcanzado los 420 metros de altitud, y donde a pesar de todas las anécdotas, fuimos a almorzar a la Torrada de Tordera. Aquí os dejamos alguna foto mas y el track de la ruta. Saludos bikers y hasta la semana que viene......!!!!!