EL MOLí DEL TORRENT D'OU.

Ruta propia de un crack, el señor Joan nos ofrecía una de las buenas gracias a un track que se predecía duro. Aun así, conseguiríamos realizarlo y probar una vez mas las esencias de un Montnegre trepidante y técnico que nos hacia subir a primera hora de la mañana por las rampas mas duras de ascensión al castillo de Palafolls.

Las vistas eran fantásticas desde este punto comenzando en poco tiempo a un descenso trepidante hacia la población de Tordera por detrás de la Berska.  

Los paisajes cercanos a los estanques de Can Torrent bien merecían una parada para realizar esta bonita foto a contra luz para darle mas efecto.

En breve empezaríamos de nuevo a ascender, suave, con calma, por un Gr tranquilo y ya dentro de nuestro parque natural. Mal día para transitar por las pistas ascendentes hacia la ermita de Can Vilar. Una batida de jabalís era la responsable de no andar tranquilos por estos parajes.

No nos encontrábamos a gusto por estos senderos que a tramos eran imposibles de ciclar y al cual mil artimañas hemos tenido que realizar para poder seguir de nuevo en ruta por tan duras pistas esquivando a los cazadores y que hoy eran muchos.

El molino no andaba lejos, el torrente de agua nos dejaba sobre la pista y en breve era localizado por fin.

Hasta aquí la primera parte de una aventura que parecía acabar sin grandes complicaciones o eso nos parecía, porque no os quiero ni contar todo lo que vendría después.

En este punto la ruta es imposible realizarla sobre nuestras monturas dado que el terreno empieza a complicarse muchísimo, tanto, que hemos tenido que patear cuesta arriba durante unos 600 mts. Los gemelos nos  iban a estallar, el suplicio era mas propio de un muñequito de budú.

Yo no veía el fin del cuestón que nos imponía el dichoso track mas propio de senderistas que de ciclistas aun así, todo tiene un final al acabar coronando las Ferreras y dirigiéndonos hacia la población torderenca para visitar después La Masía.   

Ahora los caminos eran mucho mas propios de bikers y se disfrutaban de otra manera haciendo un poco de turismo por el céntrico pueblo que conecta con el Montnegre en sus diversas áreas. La ermita de Sant Jacobo era parada obligada dentro del recinto de La Masía.

La ruta empezaba a ser mas entretenida, ciclable, rodadora, animándonos a voltar por sendas palafollencas curioseando por caminos y llegando a la alzina grossa.

Ni el mismísimo Indiana Jones hubiese soñado una aventura así. Ruta difícil, 33 kms con un ibp de 85, 760 de desnivel positivo y un buen almuerzo para finalizar. Os dejo una gran galería de fotos, y un track para lo mas osados que deseen hacer esos 600 mts finales a pie, je, je, je....!!!!