TORRE DE LOS FRAILES.

Semana plagada de lluvias y sin saber si hoy podríamos disfrutar de nuestro deporte favorito. Pero el tiempo nos ha dado una tregua este sábado e intentaremos disfrutarlo al máximo aprovechando que iremos rodando hasta Hostalric por el camino de la Tordera; ruta tranquila sin apenas circulacion de bikers, caminos encharcados hasta las trancas; lo cual nos ha hecho que la ruta sea un poco mas dura de lo normal ya que en algún tramo las ruedas iban hundiéndose en los barrizales provocandonos momentos de mas desgaste al pedalear.

Llegada al puente de madera de Sant Cebria de Fogars donde el río nos regala cascadas importantes de agua, bonita flora y además un paraje precioso plagado de verdes helechos. Nada mas cruzar el puente, la vegetacion se hace mucho mas extensa, hasta el punto de que nos llega a la cintura cubriendo todas nuestras bicicletas y sin dejarnos apenas ver por donde circulamos provocandonos algún que otro sustillo al toparnos con troncos camuflados entre la abundante maleza. Pasado este tramo, es cuando tenemos que cargar con las burritas al hombro durante unos minutos, ya que nos es imposible circular con ellas debido a un barrizal tremendo que encontramos a nuestro paso; es tal que hasta las botas se nos quedan pegadas en el fango costandonos incluso caminar. Pasado el mal trago, se vuelven a abrir los caminos; unos caminos que hoy van acompañados de dulces sonatas acuáticas, ya que vamos bordeando el fantástico río Tordera que cuando va tan cargado de agua, y eso no pasa a menudo, da gusto poder disfrutarlo en su estado natural; limpio como una patena y con tremenda fuerza bajando montaña abajo. A pesar de todos los contratiempos nos plantamos en Hostalric en hora y media para viajar a un pasado medieval cargado de buena historia y visitando la torre de los frailes.

Torre de 30 metros, con tres plantas circulares, construida por los árabes, donde se puede acceder a pie o en ascensor para degustar unas vistas estupendas de todo el perímetro de Hostalric, a parte de todas las montañas que rodean este precioso pueblo medieval.

Previamente, se debe pedir la llave al ayuntamiento, dejando tu DNI y numero de móvil mientras se visita esta espectacular esfera de piedra. El interior de esta torre es muy guapa, además muestra algunas vitrinas con estrils antiguos de guerra ( balas de cañón, balas de antiguas escopetas de la época, medallas ) incluso graficos, cuadros y banderas.

Btt y museos, de eso se ha compuesto nuestra aventura de hoy, además de haber aprendido un poco mas de nuestra historia y patrimonio catalán. Nunca te acostaras sin haber aprendido una cosa mas, y que cierto es este refranero. Vuelta para casa sin apretar demasiado los dientes, nos gusta aprovechar bien este camino e incluso disfrutarlo al máximo; no olvidemos que nos espera la cuestecita de Sant Cebria; que después del parón y la visita turística ya se sabe; las piernas chof, chof...!!!! buena ruta de 39 kilómetros aunque eso si, demasiado enfangada.