SANTA CLOTILDE, ACANTILADOS DE LA BOADELLA.

Dispuestos a iniciar con nuestra ruta de fin de semana y estando estudiando toda la semana la ruta que nos marcaríamos al día de hoy, las maquinas están preparadas para salir al ansiado paseo que nos espera hasta llegar de nuevo a la vila de Lloret de Mar. Como de costumbre, ascenderemos por el paraje del Vilar acercándonos casi hasta Sant Pere del Bosc, un error de pista nos hace bajar por un caminito muy trialero y a muy buena velocidad llegando a pasar por la fauna para mas tarde toparnos con el restaurante Can Bruno. Ya la hemos cagado, esta no es la
dirección que realmente queríamos coger estamos otra vez en Blanes y no en Lloret, aggg....!!!! después de la metedura de pata y el gran error cometido anteriormente en el alto de la montaña, pienso que no nos vamos a cruzar de brazos ni perder mas tiempo volviendo atrás, así que cambiamos por completo el rumbo de nuestra aventura y nos dirigiremos sin mas demora hacia la comarcal dirección Lloret, perdimos de antemano el camino que nos hubiese dejado practicamente y con anterioridad en las inmediaciones de el Papalus y muy cerquita de Santa Clotilde y los acantilados, así que ahora chuparemos asfalto hasta fijar de nuevo nuestro objetivo.
Once de la mañana cuando aparcamos nuestras maquinas para adentrarnos en unas superficies verdes de estilo renacentista que constituyen un lugar de gran belleza estética. Este paseo nos hará disfrutar hoy de un paisaje inédito y de un recorrido que se encuentra salpicado de amplias terrazas, fuentes, vegetacion, esculturas, estanques, espacios voluminosos y de mucho color, aunque también resaltar esos esplendorosos acantilados que forman la bonita cala o playa de la Boadella. Cuando la arquitectura se funde con el paisaje no hay nada mas que decir, solo con ver algunas de las instantáneas realizadas por nosotros mismos te hace dar cuenta de la armonía que acompaña a este típico lugar, unos jardines entre el cielo y la tierra, unas rocas envoltadas entre un precioso mar mediterraneo y unas gaviotas sobrevolando nuestras cabezas dan fe de lo hermoso de este divino paraje. Seguimos disfrutando y haciendo amigos, pues hoy aquí hay mucha gente con sus cámaras fotográficas y gozando de estas estupendas vistas, en alguno de los casos hasta hemos tenido que hacer de improvisados fotógrafos a petición del gran publico que hoy se hacia presente. Unas vueltas mas por el recinto y de nuevo a recoger a nuestras maquinas, aunque antes quedara constancia de que estuvimos aquí firmando en un libro de visitas que se encuentra en la misma entrada de Santa Clotilde.
Son las doce de la mañana cuando encarrilamos la vuelta a casa ya sabemos que el calor esta apretando así que xino, xano, acabaremos nuestra ruta en Palafolls comiendo en el restaurante Can Mateu de dicha localidad, esperando el momento de que a todos mis compañeros les vaya bien mañana el Cabreres; para terminar, decir que ha sido una ruta un poco atípica rodando entre montaña y asfalto a veces, las cosas no salen como uno quisiera; pero os aseguro que hemos disfrutado de lo lindo. Aquí os dejamos un vídeo.